domingo, 19 de septiembre de 2010

La posición de la cátedra

A nuestros alumnos
A la comunidad educativa del IUNA.

Ante la interrupción del funcionamiento institucional de varias sedes del IUNA, queremos dar a conocer nuestra opinión como docentes e integrantes de la Cátedra Padín en Filosofía, Estética I, Estética II y Fundamentos teóricos de la producción artística (en sede San Fernando).
Las tomas realizadas por estudiantes, en distintos ámbitos educativos, constituyen hechos políticos singulares frente a los cuales nos interesa analizar los motivos para establecer una posición política clara.

En principio, creemos conveniente trazar diferencias entre una política de defensa y promoción de lo público, acentuando el rol del Estado, y otra política de abandono y destrucción de lo público, poniendo al Estado al servicio de los intereses empresariales y privados. En este sentido, no podemos posicionarnos frente a la situación del IUNA sin tener en cuenta la diferencia entre la situación que atraviesa la educación secundaria en la Ciudad de Buenos Aires y la educación del nivel universitario nacional.
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires rebajó en un 60% el presupuesto a la educación pública desde el 2008. Ejecutó la mitad de ese presupuesto en el 2008 y 2009 y hasta ahora en 2010 sólo ejecutó el 7%. Los subsidios a la educación privada pasaron de 490.000.000 a 805.000.000 y se ejecutaron en un 100% en los primeros dos años y en el actual vamos por ese camino. Esa es “su” política. No es sólo falta de gestión: es ideología pura, y responde a un pensamiento de derecha recalcitrante y transparente, que se resume en: privaticemos la riqueza y socialicemos la pobreza.
El gobierno Nacional ha destinado el mayor presupuesto educativo de la historia y eso refleja una clara voluntad política en defensa de la educación pública. El 6,47 por ciento del PBI está destinado a la inversión en educación. Se han quintuplicado los recursos destinados a las universidades, se crearon siete nuevas universidades, el piso salarial pasó de 409 pesos en 2003 a 1990 pesos, se han rentado los cargos ad honorem, se ha creado el Ministerio de Ciencia y Tecnología con el objetivo de relacionar la investigación con la producción y el trabajo, y otras tantas medidas en esa dirección.
En consecuencia, no es lo mismo una política educativa que otra. El conflicto de los colegios secundarios se enmarca en una dirección determinada y clara. Su lucha está plenamente legitimada por la defensa de la educación pública frente a un gobierno privatizador y represor, que además ha restituido prácticas que nos remontan a lo más siniestro de la dictadura. Por tal motivo, apoyamos esa lucha y nos solidarizamos con su protesta. Esto no implica aceptar paternalismos oportunistas, que se montan en esta lucha y que al unificar reclamos, terminan diluyendo las diferencias. Todo parece ser lo mismo, lo claro se oscurece y terminamos perdiendo el foco de la cuestión y así, el verdadero responsable de las políticas antipopulares, privatistas y destructoras de la educación pública, Mauricio Macri, termina siendo el principal beneficiado porque su responsabilidad queda eclipsada y sus verdaderos objetivos políticos e ideológicos aparecen confundidos con los del gobierno nacional, que tiene una clara política de defensa de los intereses populares y de una educación consecuente con ello.

En el caso particular de Artes Visuales compartimos muchos de los reclamos sobre los errores de implementación y de gestión (un claro ejemplo es cómo se han (des)manejado las inscripciones con el sistema Guaraní, y no es necesario enumerar otros, por todos conocidos), pero los errores tienen que ser canalizados institucionalmente. Creemos profundamente en el funcionamiento democrático institucional para dirimir las diferencias, en cualquier ámbito de gobierno que se trate. Ningún claustro puede por sí solo arrogarse la representatividad por sobre todos los demás. El dictado de clases en estas condiciones, por más que se acuerde con los motivos del reclamo, ayuda a confundir y olvidar las representaciones obtenidas por la vía democrática. No es trasladando responsabilidades ni licuando las funciones de cada estamento la forma de resolver los conflictos.

Insistimos en esto: la naturalización de la toma de las instituciones como método de protesta legítimo en toda situación y ante cualquier coyuntura nos resulta problemática; en este caso estamos seguros de que nos acerca a intereses ajenos a los del campo nacional y popular. Considerar que “todo es lo mismo”, que “la crisis de la educación es una sola” permite afirmar que “los estudiantes le apuntan por igual al gobierno de Mauricio Macri y al de Cristina Kirchner”, y que “ambos son responsables de la destrucción de la educación pública”, como lo hizo Clarín en su edición del 13 de setiembre de 2010. Es evidente que el interés del monopolio mediático de atacar al gobierno nacional, no sólo es económico sino y fundamentalmente ideológico, porque este gobierno le cuestiona su pretendida construcción de un “relato único”, que intermedie entre la política y el pueblo, para ocultar y defender, a través de él, los intereses corporativos más concentrados y además porque se atreve, con una valentía admirable, a denunciar sus abusos, delitos y mentiras, tanto de hoy como del pasado, el caso “Papel Prensa” es paradigmático en ese sentido.
Si todo es lo mismo, “si cuanto peor mejor” corremos el peligro de coincidir con lo más retrógrado de la política de la derecha reaccionaria. El maximalismo de “vamos por todo”, impide resolver los problemas y es el camino más directo para alentar los intereses antipopulares.
A nuestro entender, la lucha no está orientada a solucionar los problemas del IUNA, ni las inquietudes de los estudiantes, sino que bajo esas banderas se está tratando de gestar un conflicto mucho más amplio que, por un lado, agita intereses políticos de sectores opositores que se califican a sí mismos como “revolucionarios” y que consiguen neutralizar las responsabilidades y la desidia en materia educativa que muestra el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Como no consideramos que la política educativa a nivel nacional de los últimos años esté en la misma línea que la de Ciudad, sino en la vereda contraria, no podemos apoyar una lucha que lo menos que le interesa es solucionar los genuinos problemas de los estudiantes del IUNA. Pues de ser éste el verdadero interés, se hubieran ocupado en muchos otros momentos de resolverlos, apuntando hacia los responsables, y no saltando -como sucede en este caso- hacia reclamos abstractos y generales, que sólo pueden beneficiar y responder a esos intereses sectorizados y a la oposición política al gobierno nacional.
De acuerdo con todo lo mencionado anteriormente, mientras perdure la toma de la facultad, no daremos clases para no avalar el oportunismo político y en defensa de la restitución de las condiciones normales del funcionamiento universitario. Al mismo tiempo, invitamos a todos a canalizar los reclamos a través de los medios institucionales adecuados.

2 comentarios:

  1. Hola, queria saber que onda con la cusrada, la perderemos?
    estou de acuerdo con la catedra con lo planetado respecrto a la toma, pero un poco desorientada en cuanto a las cursadas y eso

    ResponderEliminar
  2. hay novedades? es verdad que podemos perder la cursada?
    gracias por la info.
    guadalupe.

    ResponderEliminar